Argentina le ganó a México y la gente se ilusiona con llegar a los octavos de final de la Copa del Mundo de Qatar 2022 luego de la derrota sorpresiva frente a Arabia Saudita. Una multitud celeste y blanca copó Kirchner y San Martín y se subieron a la réplica del Villarino para celebrar la victoria tras el desahogo que permitió volver a soñar.

 

Así somos. Tras la derrota ante el que se pensaba que era el peor equipo del Grupo C y cuando pensábamos que nos podíamos quedar afuera del Mundial, el resultado contra México nos devolvió el cántico: “¡Qué de la mano de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar!”, gritaban arriba del “Villarino“: nos ilusionamos rápido.

No fue una final, pero se vivió como si lo fuera. O peor, porque si se pierde una final no queda el sabor amargo de que quedar afuera en la primera fase. Por eso fue todo desahogo y descargo de toda la angustia contenida tras la derrota frente a Arabia Saudita. La imagen de Scaloni y de Aymar en el banco de suplentes fue un espejo de toda Argentina. La esperanza volvió, intacta.

 

 

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