Por Jorge Cicuttin

En una elección que se anticipa con tercios bien definidos -así lo ha planteado la propia Cristina Kirchner-, el Frente de Todos gobernante enfrenta un desafío que puede convertirse en su peor resultado de los últimos veinte años. ¿Puede el candidato peronista quedar en tercer lugar? Algunas encuestas lo dan como una posibilidad si se mantiene el crecimiento del espacio libertario liderado por Javier Milei.

Quedar afuera de un balotaje sería un durísimo golpe para la coalición gobernante. El kirchnerismo dejaría así el espacio para que la discusión final sobre la conducción del país en los próximos cuatro años se dirima entre dos distintas versiones de la derecha política.

¿El Frente de Todos se encuentra en posición de discutir un triunfo o solamente para hacer un control de daños y no quedar relegados de la segunda vuelta?

Daniel Scioli, Wado de Pedro, Sergio Massa, Agustín Rossi y Juan Grabois.

Una inflación descontrolada que sigue subiendo derribando salarios y jubilaciones se convierte en el principal enemigo de las aspiraciones del oficialismo. Sin embargo, el mal recuerdo que dejó Mauricio Macri y el gobierno de Juntos por el Cambio mantiene vivo el sueño del Frente de Todos de mantenerse en el poder. Las peleas dentro del PRO tampoco ayudan a la oposición de cara a un electorado que ha dado muestras de rechazar estos enfrentamientos y empieza a mirar con otros ojos a Milei.

A menos de un mes del cierre de listas para las PASO, el acto del jueves convocado por Cristina era esperado por muchos para recibir una señal clara de parte de la líder del espacio sobre quién será el candidato.

Su discurso no brindó claridad en este punto. Pero las ubicaciones en el escenario y las jugadas posteriores achicaron el margen de posibilidades.

El candidato estaba en el escenario, no lo busquen afuera”, dijo, terminante, un dirigente muy cercano a Cristina.

Así fue que menos de 24 horas después del multitudinario acto en Plaza de Mayo, los principales candidateables del Frente de Todos, reafirmaron su posición.

Y el primero fue Eduardo “Wado” de Pedro, en principio el favorito del kirchnerismo, quien el mismo jueves lanzó un spot en sus redes sociales en el que se presentó a sí mismo como el “hijo de la generación diezmada” que tenía que tomar la “posta”, como había pedido Cristina la semana anterior. Al mismo tiempo, en diferentes puntos de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano se cubrieron afiches que decían “Se viene Wado”.

Este lanzamiento ocurrió después de un escenario que habló. La imagen de Wado de Pedro, Sergio Massa, Máximo Kirchner y Axel Kicillof rodeando a Cristina en un primer anillo de cercanía fue todo un mensaje. Ahí estaban las principales figuras de la futura oferta electoral.

Y a esa imagen continuaron los hechos. Este sábado Massa y Wado compartieron un acto en el interior bonaerense en el que se intercambiaron elogios y se mostraron muy cercanos.

Nuestra generación, con Sergio, con Axel, con todos los compañeros vamos a repensar la Argentina, una Argentina nueva, ideas nuevas para un mundo nuevo. Hay que rediseñar el sistema de ferrocarriles para un modelo productivo y para un mundo nuevo”, aseguró el ministro del Interior.

“Sergio va a hacer un viaje a China y va a seguir poniendo el cuerpo. Agarró una papa caliente y va a seguir poniendo el cuerpo”, señaló.

Massa habló en la misma sintonía: “Compartimos muchas horas, muchos días, muchos mates, nos peleamos en algún momento, pero nos juntamos cuando vimos a la Argentina en peligro, cuando vimos que no había límites y era todo para unos pocos“, recordó.

“No tenemos preocupación por cuál es el lugar que nos toca”, coincidieron.

El viaje a China tiene una particularidad. En la comitiva de funcionarios y legisladores que suben al avión, curiosamente está Máximo Kirchner. En el viaje se buscará ampliar el swap con el país asiático para reforzar las reservas. Pero en la semana que durará el viaje, se descuenta que el ministro de Economía y Máximo avanzarán en negociaciones electorales.

Massa, mantuvo este sábado un encuentro con Kicillof, y la presidenta de AySA, Malena Galmarini, en el que se revisó la agenda de acuerdos entre la Argentina y China vinculados a la provincia de Buenos Aires. En definitiva, un viaje con búsquedas económicas con una fuerte marca de armado electoral.

Junto a estos movimientos, desde lo que se podría considerar el sector “albertista”, Daniel Scioli y Agustín Rossi reafirmaron su decisión de ir a una PASO. “A mí no me baja nadie“, señaló el embajador en Brasil, mientras que el jefe de Gabinete de la Nación anunciaba que en las próximas horas lanzará oficialmente su candidatura.

Tras el lanzamiento de Wado, se dieron muchos apoyos del kirchnerismo. Y uno destacable es el del jefe de Asesores de Axel Kicillof, Carlos Bianco. “Nosotros consideramos que Wado nos representa ideológicamente y nos representa internacionalmente, Sería un excelente candidato“, aseguró.

No es menor el apoyo de un hombre tan cercano al gobernador bonaerense a la candidatura del ministro del Interior, ya que esto le dejaría a Kicillof el camino allanado para ir por la reelección y no competir en el ring nacional.

Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires.

Esto no es algo menor en la estrategia electoral del kirchnerismo. Si bien Kicillof es el dirigente que mejor mide entre los posibles presidenciales, lo cierto es que en la Provincia tiene grandes posibilidades de ser reelegido, ya que al no haber segunda vuelta puede terminar imponiéndose en la primera frente al candidato de Juntos por el Cambio. Las encuestas lo dan hoy en primer lugar, si bien es cierto que la oposición todavía no tiene un candidato claro.

Quedarse con el gobierno de la provincia de Buenos Aires sería muy importante para el peronismo en caso de perder la contienda nacional. Justamente Cristina remarcó en el acto del jueves la importancia de construir desde el territorio. Y Kicillof puede hacerlo.

¿El Frente de Todos está solamente para hacer un control de daños en los comicios de octubre? Por ahora apuntan a más. A disputar palmo a palmo el avance electoral de la derecha. Con los nombres puestos, estará más clara la disputa.

Leé más notas de Jorge Cicuttin