En su primera misa como arzobispo de Buenos Aires tras la designación del papa Francisco, el obispo Jorge García Cuerva habló sobre esta nueva etapa que comenzará el próximo 15 de julio cuando oficialmente asuma este nuevo lugar dentro de la Iglesia católica argentina.
En la ceremonia realizada en una capilla del Obispado repleta, García Cuerva estuvo acompañado por la gobernadora Alicia Kirchner y el intendente Pablo Grasso. Este último pudo dialogar con La Opinión Austral tras la misa y dejó un mensaje para el monseñor que se despedirá pronto de la Diócesis de Río Gallegos.
Como balance de los últimos 4 años trabajando a la par, Grasso dijo estar “muy contento con esta nueva metodología que dio Jorge, el obispo, en toda la zona tanto de Santa Cruz como de Tierra del Fuego, de poder haber acercado más a la iglesia a cada uno de los barrios”.
Destacó “la impronta que tuvo para poder trabajar juntos, nos hemos sentido muy acompañados”, expresó. “Sé que la provincia de Buenos Aires va a tener un arzobispo emblemático, fuerte, eficaz, que va a caminar al lado de la gente”, declaró.
En ese sentido, le deseó “éxitos para él, para toda la gente de la iglesia”, y lo recordó “con todo el amor y el cariño que nos brindó por mucho tiempo”. “Gracias a él me volví a acercar a la Iglesia”, manifestó y rescató el “poder haber trabajado juntos, me sentí muy acompañado durante la gestión”.
“Cuando uno trabaja en los barrios en solucionar diferentes problemáticas, se choca con situaciones que son muy complicadas, y estando él al lado, que me acompañó mucho caminando diferentes barrios, me di cuenta que hay que empujar juntos, hay que seguir trabajando y soñando en poder cambiar el mundo”, dijo haciendo referencia a una frase muy utilizada por el obispo.
Además, adelantó que viajará para la fecha de su asunción en la capital del país: “Ya no estaremos viendo el 15 de julio en Buenos Aires, voy a estar acompañandote como corresponde”, le dijo.
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