El rubro de los vendedores de churros en la Costa Atlántica se transformó en uno de los principales en esta temporada. Existen dos precios distintos para este producto, en función de dónde se compren.

En locales que rodean a la Costanera, la media docena vale alrededor de 350 pesos. Por su parte, si se compran en la playa, el cliente está librado a factores tales como el horario, la demanda y hasta el relleno, pudiendo llegar a pagar unos 800 pesos.

¿Por qué?

En relación a este alimento tan comercializado, en las últimas horas se viralizó un video en el que autoridades de Pinamar decidieron incautarle la mercadería a un vendedor de churros en medio de una de las playas más concurridas, por razones que se desconocen.

Hubo forcejeos para que las autoridades no se lleven los productos.

Al observar la situación, los turistas que allí se encontraban intervinieron para salvar la mercadería del vendedor ambulante, lo que provocó que más representantes municipales y hasta agentes de las fuerzas de seguridad deban incluirse en el conflicto.

No le roben la mercadería al señor, que está trabajando”, exclamaban los turistas, mientras forcejeaban con los efectivos de seguridad por la canasta de churros.

Luego de numerosas discusiones, algunas de ellas subidas de tono, finalmente las autoridades municipales tuvieron que retirarse, dejándole los churros al trabajador que, sin embargo, decidió alejarse del lugar y continuar vendiendo en balnearios más amigables.

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