El Henipavirus Langya  (LayV) es un nuevo tipo de virus de origen animal que se descubrió en China y que afectó a 35 pacientes en la provincia de Shandong y en Henan, en el este y centro del país respectivamente. Pese a que tiene síntomas febriles similares al Covid-19, los médicos descartaron que se tratase de la misma enfermedad.

Según el estudio publicado en la prestigiosa revista científica New England Journal of Medicine, este nuevo virus, para el que no existen por ahora vacunas o tratamientos, fue detectado mediante muestras tomadas de la garganta de pacientes que habían tenido contacto reciente con animales como muzarañas, cabras, caballos y hasta perros.

 

Además, de las 35 personas infectadas, al menos 26 desarrollaron síntomas clínicos.

El hepinavirus es considerado como una de las amenazas más latentes que tiene China en cuanto a zoonosis se refiere. En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a la familia como viral como nivel de bioseguridad 4. Esto significa que la enfermedad es de alto riesgo de transmisión por aerosoles y puede causar enfermedades mortales.

Cuáles son los sintomas del hepinavirus

Los síntomas clínicos más graves que desarrollaron 26 de los 35 infectados son: fiebre, irritabilidad, tos, anorexia, mialgia, náuseas, dolor de cabeza y vómitos.

Hasta el momento, no existe una cura o tratamiento efectivo contra este virus. La OMS advirtió que tampoco se conoce ninguna forma de minimizar la gravedad de esta enfermedad viral que está afectando a la población del este de China.

Cómo se contagia

Así como el virus Hendra (HeV) y el Nipah, el henipavirus Langya  puede contagiarse a través del consumo de frutas y tiene a los murciélagos como huéspedes naturales de este patógeno. En humanos, el contagio puede producirse por la inhalación de aerosoles (gotitas de mucosa expulsada al hablar, toser o estornudar).

Los científicos creen que el virus es zoonótico, es decir, que se transmite de los animales a los humanos. Las musarañas han dado el mayor porcentaje de resultados positivos, aunque los perros y las cabras también lo han hecho en menor medida. Los investigadores probaron animales salvajes y encontraron ARN viral LayV en más de una cuarta parte de 262 musarañas, “un hallazgo que sugiere que la musaraña puede ser un reservorio natural”. El virus también se detectó en el 2% de las cabras domésticas y el 5% de los perros.

The Tapei Times informó de que el virus aún no se ha propagado de persona a persona, aunque los funcionarios de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades advirtieron que esto podría cambiar si el brote se extiende.

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