La nueva ley de hidrocarburos será presentada formalmente en los próximos días. El lugar elegido, hasta el momento, es Santa Cruz. Todo un gesto político para una norma que tuvo varios borradores y orientaciones. Desde la preminencia de un texto para blindar exclusivamente a Vaca Muerta que llevaba el sello de Guillermo Nielsen, expresidente de YPF, hasta el texto actual que contemplará las producciones de crudo y gas convencionales y no convencionales, tal como lo anticipó el presidente Alberto Fernández en la última Asamblea Legislativa.

 

 

“Este es un proyecto del Poder Ejecutivo. Todo lo que se pueda modificar será en el ámbito del Congreso. Ahora no hay nada que negociar”, sostuvo a La Opinión Austral una de las personas que trabajó en la letra fina de cada artículo. Lo cierto es que el proyecto, hasta el momento, fue poco debatido entre las provincias productoras de hidrocarburos, nucleadas en la Ofephi, como por los diferentes gremios de la Cuenca del Golfo San Jorge, quienes el último jueves reclamaron una mayor participación en el armado de la norma.

 

 

Pero más allá de algunas incertidumbres, el texto de la futura norma contemplará incentivos para el sector, habilitará autorizaciones en firme para las exportaciones de crudo y gas cuando haya incremental de producción, como así también un acceso a las divisas generadas por esas ventas. Si bien el texto ya recibió el visto bueno de Alberto Fernández, varias operadoras con perfil exportador no cesan de presionar para que haya mayores beneficios a los que ya pudieron colar en el borrador. Cualquier escenario de disputa sobre esta norma ocurrirá en el Congreso de la Nación.

Lo que se sabe

Luego de que el texto recibiera la aprobación de Fernández, hubo una presentación con los distintos gremios petroleros, convocada por el secretario de Energía Darío Martínez, aunque poco fue lo que se habló de la letra chica. Incluso, las provincias de la Ofephi fueron accediendo a algunos detalles del borrador a cuentagotas. “Hay una situación de desconcierto”, sostuvo a La Opinión Austral Rubén Zárate, investigador de la UNPA y vocal del directorio de la Agencia Nacional de I+D+i. “Sólo se habla de promoción y beneficios para las empresas”, agregó.

 

 

En una reunión del Consejo Federal de Energía Eléctrica desarrollada en la semana con la presencia de los secretarios de Energía de las provincias, se expusieron algunos puntos de los cambios normativos:

  • Habrá permisos de exportación en firme si se incrementa la producción de crudo y gas.
  • De las exportaciones, se permitirá el acceso al 50 por ciento de las divisas generadas. *Exención del Impuesto a las Ganancias sobre adquisiciones de concesiones.
  • Para los proyectos de inversión, habrá amortización acelerada, reducción de retenciones a las exportaciones (entre un 20 y 50 por ciento), reintegro de IVA sobre inversiones, y deducción de aranceles para la importación. Y disponibilidad de divisas.
  • Beneficios para el almacenamiento subterráneo de gas (por ejemplo, CGC de Eurnekian tiene una planta de estas características en las afueras de Río Gallegos e YPF en Río Negro).
  • Para los proyectos de Gas y GNL/Petroquímica, se incorporan beneficios a las actividades industriales ligadas a estas producciones. Habría una garantía de uso de la producción incremental y disponibilidad de las divisas que surjan de las exportaciones.

 

Este último punto podría ser clave para la provincia de Buenos Aires, cuyo gobernador Axel Kicillof insiste en que se la considere una jurisdicción petrolera. “La elaboración y la industrialización de los hidrocarburos hace a Buenos Aires una provincia petrolera”, había dicho el mandatario en diciembre del año pasado. En la provincia de Buenos Aires confluyen las refinerías de YPF en La Plata, de Raízen (Shell) en Dock Sud, de Axion (Pan American Energy) en Campana y de Puma Energy (Trafigura) en Bahía Blanca, sumado a los polos petroquímicos.

No todo es Vaca Muerta

“Hace algunos años todo era Vaca Muerta. Por eso ahora celebramos que se discuta la actividad convencional”, sostuvo José Lludgar, secretario general de Personal Jerárquico de la Patagonia Austral.

 

Algunos referentes de Energía provinciales piden igual estímulo para el crudo convencional

Pero después pasaron cosas. Como los gremios no accedieron a la letra chica del borrador final, comenzaron las especulaciones y debates. La semana pasada, el Gobierno de Chubut de Mariano Arcioni, convocó a una reunión de la que participaron los gremios y cámaras empresariales. De ese encuentro, surgió un documento que elevaron al Gobierno Nacional: “Consideramos que no pueden decidirse los destinos de uno de los principales sectores productivos y generador de empleos y oportunidades en la provincia, sin que sean considerados la opinión, experiencia y conocimiento de los actores involucrados en la actividad. Creemos que el proyecto debe reflejar cuestiones tales como incentivar la inversión en yacimientos maduros, tanto en áreas marginales como en áreas con oportunidades de nuevos desarrollos, incentivar a las empresas que vienen apostando desde hace años a nuestra cuenca en crudo convencional e incentivar las exportaciones con la eliminación de los derechos de exportación”.

 

La idea de apalancar solamente a la cuenca neuquina terminó con la salida de Nielsen de YPF

 

El planteo formulado por estos sectores no quiere decir que dichos objetivos no estén contemplados en el borrador de la norma. Según pudo averiguar este diario, el Capítulo 3 de la ley habla de los beneficios de exportación para los pozos de baja productividad. En este articulado se apunta a los yacimientos del Golfo San Jorge. Además, se establece que deberá haber asociación con pymes, sumado a todo un capítulo de desarrollo de proveedores locales. Y en el capítulo de proyectos especiales, se establece una base mínima de inversión de 400 millones de dólares por año para acceder a los beneficios en los casos de Vaca Muerta, pero el piso para los convencionales será de 150 millones en tres años.

 

“Estamos de acuerdo con el capítulo Pyme, que en muchos aspectos es avanzado, ya que se crearán herramientas sólidas de acá a futuro. Pero lo que decimos es que si bien es verdad que se beneficiará al convencional, se lo hará en un segundo lugar. El convencional se apalancará en un 10 por ciento de estímulo en relación al incremental de producción, mientras que el no convencional lo hará en un 20 por ciento. Nosotros pedimos que los beneficios sean iguales”, sostuvo a La Opinión Austral Ezequiel Cufré, representante de empresas de servicios pymes del Golfo San Jorge.

 

Es decir, para el exministro de hidrocarburos de Chubut, un pozo nuevo en el Golfo San Jorge recibiría un 50 por ciento menos de incentivo que otro en Vaca Muerta, y eso determinaría que las empresas que brindan servicios de perforación decidan volcarse a la Cuenca Neuquina. La idea de una ley de hidrocarburos pensada para blindar solamente a Vaca Muerta murió tras la salida de Nielsen de YPF, principal promotor de ese proyecto. Su objetivo era crear un marco regulatorio exclusivo (y excluyente) para blindar a Vaca Muerta (Neuquén). Esto suponía un problema político, ya que la producción de crudo abarca ocho provincias. Tras la salida del exfuncionario y la llegada de Pablo González a YPF y Darío Martínez a Energía, se empezó a trabajar en un texto más abarcador.

 

Sin embargo, algunas críticas persisten. “Creo que está orientada a las necesidades de una Cuenca en particular y a los intereses de las grandes petroleras en lugar del conjunto de las provincias de manera integral. También me parece un error separar el sector eléctrico de los hidrocarburos. La sustitución de importaciones, el desarrollo de las pymes de ambos sectores debería desarrollare de manera conjunta”, indicó Moisés Solorza, secretario de Energía de Tierra del Fuego.

 

“El actual escenario global de transición energética exige que el debate sobre la ley de hidrocarburos sea más abierto (..) La magnitud del cambio tecnológico redujo el espacio de las medidas clásicas de promoción que tienden a beneficiar la punta de la cadena de valor. El énfasis nacional puesto en obtener divisas y el de las provincias puesto en los déficit fiscales puede terminar beneficiando la realización de ganancias de las grandes empresas”, concluyó Zárate.

 

Leé más notas de Sebastián Premici