“Argentina es uno de los pocos países con un potencial ilimitado en todos los aspectos de la transición. Esto se da porque los vientos de la Patagonia lo hacen potente en energía eólica, los factores solares en el NOA y el yacimiento de Vaca Muerta”, afirmó Martín Genesio, presidente y CEO de AES Argentina, al cerrar el foro Economías Regionales Patagonia con un tema central en la agenda nacional: la transición energética.

Pero advirtió que en este camino hacia las energías limpias, “tenemos que destrabar este potencial para ser actores principales a nivel global. Se vienen haciendo grandes avances, pero falta hacernos cargo de la potencia energética que podemos ser”.

Rol clave

La cuenca del Golfo San Jorge y sus alrededores tienen más de 150 mil hectáreas medidas respecto al potencial de energía eólica, de las cuales sólo hay unas cientos ocupadas. La calidad y eficiencia de su viento está comprada. Lo mismo sucede en el centro de Santa Cruz.

La región de la Patagonia jugará un rol crucial en energía eólica”, sostuvo Genesio, pero hoy se encuentra con una realidad limitante: “No se pueden construir más parques en la zona por la falta de capacidad de transporte eléctrico”.

El Golfo San Jorge tiene 150 mil hectáreas con su potencial eólico medido.

Algo que también reconoció a La Opinión Austral el presidente de YPF, Pablo González, al hablar del desarrollo eólico en Santa Cruz y luego de anunciar un nuevo parque en cercanías de Río Gallegos.

Esta situación provoca, además, que las empresas “no construyan donde deben, sino donde se puede”. Sin embargo, Genesio aclaró que ahí donde se puede por la capacidad de transporte, “el caudal de viento es reducido”, lejos de la alta calidad que gozan los aires patagónicos.

La necesidad de un marco regulatorio que oriente, pero también impulse el desarrollo planificado de las renovables, es algo en lo que coinciden los actores privados, pero también los públicos“Esto se viene discutiendo desde hace muchos años. El Estado Nacional debe garantizar los marcos y los límites donde se juegue el partido”, sostuvo Martín Genesio. “Nos falta que el Estado ponga las reglas de juego”, afirmó el intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, en la AOG de Neuquén. “La Patagonia cuenta con el conocimiento de más de 116 años de explotación petrolera. Buscamos poner toda esta experiencia al servicio de lo que hoy está buscando el mundo”, en la transición energética.

“Hay 30 países del mundo que decidieron tener un plan de consumo de hidrógeno verde. Es probable que la mayoría de ellos no tenga la posibilidad de desarrollar esa energía en sus propios territorios y nosotros tenemos uno de los lugares en el mundo con más potencial en ese aspecto, lo que nos permitirá ser protagonistas a nivel global”, recalcó.

Marcos regulatorios y solucionar la capacidad de transportes, desafíos a resolver.

Y en ese sentido, los vientos del Golfo San Jorge pueden ser el puente no sólo para la generación de electricidad a partir de la energía eólica, sino también para la producción de hidrógeno, el combustible del futuro.

Mientras que para Genesio, se debe contar con un marco regulatorio que impulse a las empresas a invertir en esta transición, para Luque el Estado es quien debe tener la capacidad “de captar recursos económicos y lograr que se inviertan en nuestra tierra, para que eso nos permita seguir desarrollándonos y, además, bajar las emisiones de carbono, que es el desafío importante que se ha trazado hoy el mundo”.

El desarrollo del hidrógeno verde (a partir de energías renovables) o azul (a partir del gas) encuentra terreno fértil en la Patagonia. De hecho, ambos cuentan con proyectos en marcha en la región. Pero para llegar a que la región sea “productora” de hidrógeno queda, aun, un largo recorrido, pero las cartas están a favor, ahora se deberá ganar la partida.

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