Juan González tiene 23 años y todo un futuro por delante. Hace un par de años comenzó a tener problemas de visión que, asumió, se debían a la necesidad de aumento en sus anteojos.

Sin embargo, un día se acostó a ver televisión y prácticamente no veía más. “Me asusté así que fui al médico”, contó Juan en diálogo con La Opinión Austral.

El joven es de Puerto Deseado y tuvo que viajar a Río Gallegos para saber qué era lo que tenía. “Yo no le daba mucha importancia, pensé que necesitaba más aumento porque veía borroso. Me derivaron para hacerme la tomografía y volví a mi ciudad, pasaron unos días y el oculista vio mis estudios, me dijo que tenía desprendimiento de retina“, señaló.

En ese momento, tenía dos opciones: “Una era quedarme como estaba y esperar la ceguera al transcurrir los meses o hacerme el tratamiento que es punzar el ojo una vez por mes, por tres meses, para ver si podía sacar el liquido que está dentro de la retina desprendida y ver si podía recuperar algo de visión”, describió.

Desconsolado Juan determinó que no quería hacer nada: “No quería inyectarme el ojo para no ilusionarme y después del tratamiento no poder ver”.

“Si no me opero pierdo la visión completa y ya no hay vuelta atrás”, contó.

Sin embargo, charlando con su pareja entró en razón y decidieron recurrir a un especialista de retina: “Conseguimos turno para el 12 de enero en el Instituto Altamira de Comodoro Rivadavia, con una rifa logramos recaudar dinero y pagar la consulta”, contó.

Se volvió a hacer más estudios que superaron los 75 mil pesos y pudo pagar con ayuda: “Pude realizármelos y cuando los hice el médico afirmó que tengo desprendimiento de retina y la única manera de ver si puedo recuperar algo de la visión es operándome lo cual también lo tenemos que pagar todo”, relató.

El costo es de más de 300 mil pesos sin contar el traslado desde Puerto Deseado a Comodoro Rivadavia, el alojamiento y todos los gastos propios de una derivación de varios días.

Aún no sabe a qué se debe el desprendimiento de retina, pero, le señalaron, puede ser debido al estrés, algo relativamente común en jóvenes de 18 a 26 años.

El próximo viernes 27 de enero llega el médico desde Buenos Aires Comodoro Rivadavia donde le pactarán el turno y le darán las indicaciones previas a la operación que, por el momento, aún no tiene fecha concreta, pero deberá juntar el dinero para poder hacerla.

“No sé si la operación es compleja o no, pero una vez realizada verán cuándo voy a poder recuperar algo de visión, el médico me dijo que tengo visión bulta, es decir, no sé distinguir las cosas así como estoy”, detalló. Si no se opera, en cuestión de meses ya no habrá nada más por hacer y significaría la pérdida del ojo por completo.

Para colaborar con Juan se pueden comunicar a través del alias de Mercado Pagojuandogonzalez10, mediante CVU 0000003100049803532824 o sino por celular al (297) – 5025016.

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