En la noche del jueves, cuando se conoció la noticia de la internación de Carlitos Balá, a miles de argentinos los embargó la preocupación. En pocas horas llegó la tristeza. A sus 97 años, Balá, uno de los más reconocidos y queridos humoristas de la radio, la televisión y el cine, nos dejaba.

Un humor sano para toda la familia que conquistó corazones y aminoró las tristezas de generaciones.

Muchos riogalleguenses tuvieron la oportunidad de cumplir el sueño de ver a Carlitos Balá en vivo, cuando brindó dos funciones en el Atlético Boxing Club. Algunos dicen que fue en 2006 o en 2007, otros que fue en 2011, lo cierto es que más allá de la fecha, el recuerdo aún emociona a quienes presenciaron el show en el que acompañaba a Piñón Fijo.

Giselle Moreira tenía 12 años cuando se sumó a la salida de su tía y su primo para ver en vivo a ese personaje del que su mamá Graciela tanto le había hablado. Ese día Graciela no pudo ir porque tenía que trabajar, pero su hija la llamó por celular y durante al menos media hora le hizo escuchar el show.

“Fue un momento muy emocionante porque se juntaron dos generaciones, era la generación de los más pequeños que habían ido a ver a Piñón Fijo y los más grandes, de la generación del 60-70, que fueron a ver a Carlitos Balá”, contó a La Opinión Austral.
“Primero salía Piñón Fijo, cantaba, bailaba y a la mitad del show salía Carlitos Balá, era lo más esperado, había mucha gente esperándolo. Salió con ese traje rojo que es como un esmoquin y el pantalón blanco. Toda la gente mayor se paró en un Boxing repleto, aplaudían y mucha gente empezó a llorar de la emoción, ese recuerdo lo tengo muy patente porque lloraban y gritaban”.

Giselle Moreira, de pequeña, junto a su mamá Graciela.

Una de esas personas que se emocionó hasta las lágrimas fue la reportera gráfica Mirta Velásquez, quien en aquella oportunidad había ido con su hijo “Facu”. “Mi hijo menor tenía 7-8 años, yo quería ir a ver a Carlitos Balá, pero él no quería ir a ver a Piñón Fijo porque decía que era para bebés. No tenía con quién ir, así que lo convencí”, recordó.

Mirta tenía seis años cuando miraba el programa de Carlitos Balá por Canal 9 Río Gallegos. Ahora iba a presenciar un espectáculo inolvidable. “Cuando salió al escenario llorábamos, era muy emocionante. Creí que era la única que lloraba y cuando me di vuelta, vi a muchísima gente a la que le había pasado lo mismo. Nos dolían las manos de tanto aplaudir”, comentó.

“Mucha gente le estiraba la mano para que lo saludara, fue re lindo, había gente que le gritaba las frases y ni siquiera le habían pasado el micrófono a Carlitos”, cuenta Giselle y continua diciendo que “lo que más me impactó fue la reacción del público, emotivo, muy cariñoso. Lo primero que cantó fue el clásico Aquí llegó Balá. Había nenes pequeños, una franja de 5 a 9 años, que escuchaban Piñón Fijo, estaban con el disfraz y también se sabían la canción”.

“Tenía una energía impresionante y cuando terminó el show nadie quería que se fuera, él bajó del escenario y fue a saludar a la gente mayor. Muchos le entregaban fotos, cosas que eran parte de su infancia, es algo que es imposible que te olvides”, sostuvo.

Mirta asegura que “evidentemente se llevó los mejores recuerdos de mi infancia, a Carlitos Balá lo recordaremos por siempre”.

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