Juan I. Martínez Dodda

Cada tanto es importante mirar hacia atrás, hacia adelante y para los costados. Sirve para saber dónde uno está parado frente a una realidad que avanza en la que el negocio al que uno se dedica, está inmerso. Con eso en mente, este artículo busca poder reflexionar y mostrar algunos datos que se conocieron sobre la producción, comercialización y consumo de carne ovina, tanto a nivel nacional como mundial. ¿Quiénes son los principales jugadores? ¿Dónde se ubica Argentina? ¿Qué potencial tiene? ¿Qué cuestiones habría que ajustar? Pasen y lean.

Al observar el comportamiento del mercado internacional para la cadena cárnica ovina, nos encontramos que hoy, la misma, se apuntala sobre un rodeo mundial de 1.400 millones de cabezas, esto significa un incremento del 13% del stock mundial, respecto de años anteriores. En este contexto, la producción mundial de carne aumentó un 10%, lo que demuestra un crecimiento del peso promedio.

En ese sentido, los países productores más importantes son China (2,7 millones de toneladas), seguido por Australia (689.000 toneladas), Nueva Zelanda (458.000 toneladas), Argelia (336.000 toneladas) y Reino Unido (296.000 toneladas). Cabe destacar que Argentina se encuentra en el puesto número 36 con 14.000 toneladas.

Quién vende y quién compra

Los países exportadores por excelencia son Australia (433.000 toneladas), Nueva Zelanda (400.000 toneladas) y Reino Unido (88.100 toneladas). Uruguay (14.800 toneladas) es el único país latinoamericano que se encuentra entre el top-10, ocupando el puesto 7mo. como exportador. La Unión Europea como bloque se ubicaría en el tercer puesto juntando 164.000 toneladas, con Irlanda, España y Países Bajos como los top-3.

De las 87 plantas de faena en el país, sólo 20 realizan el ciclo completo

Argentina, que según FAO, exportó 4.200 toneladas, está en el puesto 16.
Por su parte, los países importadores de carne ovina son China (con 389.500 toneladas -también recordemos que es el mayor productor-), Estados Unidos (123.000 toneladas), Francia (78.000 toneladas), Reino Unido (58.000 toneladas) y Alemania (46.000 toneladas).

Cabe destacar que el mercado argentino está presente en los principales destinos como la Unión Europea (1.280 toneladas), China (835 toneladas), Japón (391) e Israel (356 toneladas). Todos estos destinos abiertos para la carne ovina patagónica. En tanto que Kuwait (379 toneladas), Omán (327 toneladas), Qatar (324 toneladas), Arabia Saudita (312 toneladas) y Brasil (209 toneladas) entre otros, están abiertos para carne ovina de todo el país. Faltaría, de los grandes, Estados Unidos.

Dime cuánto comes

Con respecto al consumo de carne ovina, no resulta ser la que más se come en el mundo, está en el cuarto lugar. En nuestro país se consumen apenas 200 gramos/hab/año. Pese a que, pensando en lo que comemos los argentinos de proteína animal total (vacuna, porcina, aviar y ovina) el país ocupa el segundo lugar con 109 kg/hab/año, detrás de Estados Unidos que se come 128 kg/hab/año de todas las carnes. El tercero es Australia con 103 kilos.

La salvedad es que los australianos se comen 6 kilos por año de carne ovina y en China 3,9 kilos por habitante al año, Incluso Uruguay consume 2,5 kg de carne ovina, por habitante al año.

Agenda internacional ovina

Los especialistas entienden que el mundo seguirá demandando más carne pero ese incremento no será “gratis” para la producción, porque las preferencias estarán en aquellos que produzcan de un modo sostenible y con buenas prácticas y es allí donde Argentina tiene para jugar su partido y crecer. “Muchas de las cosas que exigen los mercados y los consumidores ya se hacen en Argentina ahora hay que demostrarlo y certificarlo”, dicen por los pasillos, algo que, de a poco va llegando a los corrales y las mesas de desposte.

La producción ovina mundial en 2022, superó los 1.400 millones de cabezas

Días atrás, funcionarios del Ministerio de Agricultura de la Nación apuntaron que “en la agenda internacional se encuentran temas como el ambiente ganadero sostenible, bienestar animal, insumos sanitarios, encuentros comerciales, rol de los consumidores y aumento de diferenciación”.
“Vemos mucho ruido en el consumo de carnes los últimos años, es un gran tema a trabajar, desde la producción de carne en 3D con máquinas hasta las carnes que no son carne (que copian sabor pero no son proteína animal y se hacen con proteína vegetal y otros condimentos).

Con todo, datos de FAO para el periodo 2020-2030 estiman que el consumo mundial de carnes aumentaría 4 millones de toneladas y se espera que la carne ovina represente un 6% de ese adicional consumido (alrededor de 240.000 toneladas). Nada mal.

Producción interna

Con respecto al mercado nacional, Argentina se encuentra con un stock estable de 13,3 millones de cabezas, algo que se ha mantenido la última década en torno a los 14 millones de cabezas, más allá de esta disminución justo el último año contabilizado, el 2021.

Las cabezas están distribuidas en el 56% en la Patagonia (7,4 millones de cabezas), el 25% en la zona Centro del país (3,3 millones de cabezas), el NEA (1,4 millones), NOA (858.000) y Cuyo (240.000 cabezas).
Más datos presentados por el Gobierno nacional establecen que la producción argentina proviene de 93.000 establecimientos y es realizada por 113.000 productores. En tanto que, en lo que respecta a la industria, nuestro país tiene 87 plantas de faena.

Australia es el principal exportador y China el importador por excelencia

Del total de esas 87 plantas que hay en la Argentina, sólo 20 son de ciclo completo, esto significa que pueden realizar la faena con despostada. Implica el 23% de las plantas pero faenan el 58% del total de la producción. El resto faena el animal y lo saca en carcasas, y abarca el 42% del total de producto registrado.

A la hora de observar la producción medida en toneladas, en la década que va desde el 2011 al 2021, la misma, prácticamente, se mantuvo y hoy se ubica en las 14.000 toneladas de res con hueso. Cabe destacar que el 82% de la faena se hace en la Patagonia con un total de 34 plantas. Por otro lado, el peso promedio de faena va entre 14 a 15 kilos, esto significa un incremento del 7% con respecto a años anteriores.

¿Podemos?

Mirando al futuro, se puede marcar que aún faltan cosas por desarrollar, o mejorar, en la cadena ovina. En temas de producción se debe realizar ajustes o mejorar las variables en temas como el impacto del guanaco, la suplementación estratégica, o el seguimiento, gestión de datos.

La producción sustentable y fomentar el consumo cotidiano, son algunos desafíos

De igual forma en cuestiones de comercialización, poder desarrollar más aún el mercado interno, llegar a carnicerías con un producto atractivo para los consumidores y que éstos puedan pensar en la carne de cordero más allá de la parrilla o el asador en ocasiones especiales, sino que se lo demande para hacer milanesas, empanadas o hasta ravioles, es un desafío aún no resuelto, pero lograble.

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