Según el reporte de reservas correspondientes al año 2019, elaborado por la Secretaría de Energía de la Nación, la participación de las existencias comprobadas de gas provenientes de áreas no convencionales de la provincia de Santa Cruz se elevó al 22,4% sobre el total del stock, que incluye convencionales y NOC, lo que significa un incremento de dos puntos porcentuales en relación al año 2018.

 

Las reservas comprobadas de la provincia de Santa Cruz, según el último balance oficial, en lo que respecta a petróleo da que el volumen comprobado hasta el fin de la concesión actual se ubica en 51.481.000 metros cúbicos (lo que incluye un mínimo volumen de reservas no convencionales de petróleo), lo que al ritmo de producción del último año -2019- equivale a un horizonte de 10 años de actividad.

 

El saldo en reservas petroleras con respecto a 2018 es negativo, entre un 10 y 9%, según se considere a las áreas NOC o a las áreas convencionales exclusivamente. Esto significa un retroceso en relación al año 2018, cuando la provincia había registrado un incremento de casi un 6% en relación a 2017.

 

En términos nominales, las reservas comprobadas de petróleo en áreas convencionales ascienden 50.059.000 metros cúbicos. A esto se suman 16.628.000 metros cúbicos de reservas probables.

 

Estas se definen en base a información geológica y de ingeniería del yacimiento, pero hasta tanto no se perfore, no hay certidumbres de su explotación (probabilidad del 50% de que el petróleo a recuperar en esos yacimientos será igual o mayor a la suma de las reservas ya probadas, más el volumen probable). Y otros 6.908.000 metros cúbicos de reservas posibles (probabilidad del 10%).

 

Otra definición plantea como reserva comprobada cuando la viabilidad de su explotación comercial garantiza la cobertura de costos y una determinada renta para su puesta en producción.

 

Gas en ascenso

Uno de los datos significativos de las reservas de gas en las cuencas con incidencia en territorio santacruceño se vincula a las existencias de gas. El total de las reservas comprobadas asciende a 24.923 mil millones de metros cúbicos. Para poner en contexto esta cifra, vale repasar los datos de producción del año 2019, en base al sistema estadístico de la Secretaría de Energía de la Nación, que registró una producción de 4.545 millones de metros cúbicos. Esto equivaldría a una proyección de 5,5 años de explotación.

 

En este caso, el indicador positivo aparece por el lado del crecimiento de las reservas no convencionales. Es que mientras la suma total del stock comprobado de gas cae algo menos del 1% en relación a 2018, al compararse específicamente la evolución de las reservas no convencionales de gas, estas suben más del 9%. En efecto, mientras en 2018 eran de 5.115 millones de metros cúbicos, en 2019 se elevaron a 5.579 millones de metros cúbicos de gas. Si bien todavía se trata de volúmenes bajos (equivalente a poco más de un año de producción), la tendencia en alza de ese último año abre la expectativa de que ese camino se profundice, de la mano de la actividad que se viene desarrollando en la cuenca Austral.

 

En ese sentido, 2021 será un buen período para observar la incidencia del nuevo Plan Gas 4 y si esto incentiva las curvas de producción, como también la probabilidad para desarrollar nuevas reservas que garanticen una explotación con un horizonte de tiempo mucho más amplio y, fundamentalmente, sustentable en los próximos tiempos.

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