El 10” del Lobo: ¿El Diego? No, “Gabi“. En un club que cambió para siempre a partir del arribo de Diego Maradona como DT, un joven de Río Gallegos va por todo y es el capitán de Gimnasia de La Plata en el futsal grande de AFA. Se trata de Gabriel Ampuero, el futbolista surgido en Atlético Boxing Club que se convirtió en futsalero.

Justamente, toda su carrera deportiva en la ciudad estuvo atravesada por el Albiverde. Esos colores los vistió hasta los 18 y el fútbol de salón tocó su puerta. El inicio fue con reglas de la Confederación Argentina de Fútbol de Salón, primero en Capipe (dos temporadas) y luego en Inter. “No sabía nada, era todo nuevo”, añadió.

De la misma forma, estiró esa perspectiva: “En el fútbol tenes un tiempo más para pensar. Acá hay que resolver en cuestión de segundos“.  Ampuero sostiene -sin dudas- que lo vivido en Río Gallegos lo formó para ser “salonero”: “Tengo entrenadores, como Bocha (Rodríguez), que me enseñaron muchas cosas. También estuve en las selecciones locales con jugadores como Piojo (Arias), de experiencia”.

El zurdo de espaldas con la cinta y la “10”. (FOTO: FUTSAL CGE)

“Esos dos años fueron fundamentales“, aseguró el riogalleguense. Rápidamente recuerda las primeras dificultades: “El mayor error era pararla con el borde interno, acá es mucho suela. Era cuestión de acostumbrarse, casi todos me ayudaron“.

Esta noche, la entrevista completa en Facebook y Youtube. ¡NO TE LA PIERDAS!

La Plata

En 2018 decidió dejar la capital de Santa Cruz para formarse académicamente, profesorado de Educación Física más precisamente (sólo le resta una materia). “Fui a estudiar y me gustaba más jugar en cancha grande. La chance estaba en clubes como Estudiantes Gimnasia, aunque sentía que no era el momento para apostar al deporte”.

Ese pensamiento comenzó a cambiar con el tiempo y a los meses, se probó en Boca. Lo hizo junto a su amigo Mariano Cabrera, actualmente arquero de Club SECLA en la élite del futsal argentino. “Fue un viaje re largo (risas). Probamos tres días ahí y quedé, pero viviendo en La Plata, era difícil ir”, comentó.

“Es difícil estar lejos. El fútbol es lo que me más me ayuda a no extrañar”.

Una semana después, pruebas en el Lobo lo hicieron volver a la carga. La evaluación fue positiva y se decidió por sumarse al Tripero. Lo hizo justo en la crisis institucional del “team” plaetense, el equipo descendió esa temporada. “De ahí llegó una nueva comisión y empezamos a entrenar todos los días. Se pusieron los objetivos de ascender. Fue un gran cambio”.

“Gabi” junto a Mariano Cabrera, su amigo y rival en la élite de Argentina. Ambos de Río Gallegos.

Allí nació “La banda del Triple Ascenso” con Juan BrasescoDiego Mendoza Agustín Caffure. Ampuero le dio mucho valor a la calidad humana del equipo: “Siempre que se suma alguien, te dicen que se habla bien del grupo. Nunca tuvimos problemas con nadie, todos se adaptan muy bien”.

Ampuero valoró el grupo humano y habló de “La Banda del Triple Ascenso” con Agustín Cafure, Diego Mendoza y Juan Brasesco. (FOTO: TRES FOCOS).

Respecto a las formas, “Gabi” contó que nunca vio entrenamientos con esta dinámica y metodología en otras experiencias vividas. “Entrenas como jugas, el proyecto es similar y seguís siempre una misma línea”, añadió. En busca de seguir superándose, se animó a comentar: “Me gustaría experimentar ir a otro equipo”.

De todas maneras, destacó su preferencia por el Lobo y la confianza de la institución para con el santacruceño.

Alto vuelo

Acerca de la disputa de la Superliga Patagónica y la clasificación de Opción JovenAmpuero añadió: “Desde lejos, quiero que pasen estas cosas”. De la misma forma celebró la llegada de la Liga Nacional de Futsal en este 2022: “Es muy importante”. ¿Si le toca jugar con Gimnasia acá? “La tiro afuera (risas)”, respondió.

El “futsalero” destacó las competencias regionales y nacionales en Río Gallegos. “Está muy bueno”, contó. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL).

Particularmente en la ciudad de las diagonales, el plantel está plagado de patagónicos. “Yendo en el bondi a jugar, nos ponemos a ver los partidos. Lo seguimos los que somos de Gallegos o la Isla, el resto no entiende” (risas).

Juan Brasesco

Juanchi” para “Gabi”: Juan Brasesco, otro “crack” de Río Gallegos, pasó un invierno de ensueño con su transferencia al exterior y la convocatoria con la Selección Argentina. “Me pongo la mochila, yo lo llevé. Si no fuese por mí, no estaría en la Selección (risas). No, mentira. Se merece todo”.

“Un secuaz”: “Gabi” le tiró flores a “Juanchi” Brasesco, el riogalleguense que se fue a Italia y fue convocado a la Selección Argentina.

Respecto al juego y las habilidades del “futsalero”, sumó: “Es un orgullo lo que le está pasando, creció un montón. Es muy completo”. Más allá de lo que sucede dentro de la cancha, para Ampuero es una baja sensible: “Era un gran secuaz”.

Dos de sus compañeros, Brasesco (Modena Cavesso) y Caffure (Bovalino Calcio) se fueron a Italia. En relación a la posibilidad de alcanzar una transferencia al suelo europeo, Ampuero compartió: “Primero me quiero recibir. Eso me lleva a tomar decisiones y no quiero pensar más allá. Obviamente que lo sueño, aunque no quiero ilusionarme. Trabajo para que suceda”.

Familia

Mamá Esther, papá Cristian y hermana Maura son la compañía de “Gabi” en este viaje futsalero. “Son mi pilar. En gran parte la razón en que siga jugando. Mi viejo muchas veces me incentivó a seguir”.

Esther y Cristian: mamá y papá junto al 10 del Lobo.

Enseguida compartió una anécdota de ese amor familiero: “Hace unos años me vine para jugar un torneo en Puerto Natales con Junín. Estábamos por arrancar y los veo, ‘¿qué hacen acá?’ les dije (risas)”.

La distancia es una gran dificultad en apuestas como estas, por eso Ampuero considera: “Es difícil estar lejos. El fútbol es lo que me más me ayuda a no extrañar. Es una rutina que te saca”.

Los momentos no son todos felices y contó: “Siempre hay altibajos deportivos. Cuando me bajoneo, ellos son los que me levantan. Sobre todo mi viejo con el que más hablo de fútbol”. Inclusive, el de Río Gallegos confesó: “Me ha pasado de no querer jugar más”.

“A veces me ha tocado no tener minutos y te pones a analizar. Quizá me pierdo de viajar a ver amigos o la familia, en esos momentos pensás si vale la pena. Aunque hoy puedo decir que valió la pena tanto esfuerzo”, agregó.

Su amigo

Marianito” es Cabrera y Ampuero mantiene una gran amistad que tiene una deuda en la actualidad. “Gabi” apostó un gin en el duelo SECLAGimnasia y perdió. “Todavía se lo debo (risas)”. Respecto al aterrizaje de su coterráneo en la Primera División dijo: Me contó y me alegré muchísimo. Es un esfuerzo grande el que se hace. Tener alguien más de Río Gallegos es muy lindo”.

Midiéndose con los mejores del país y jugadores de Selección Argentina, Ampuero hace valer sus condiciones y con esfuerzo se convirtió en un referente de Gimnasia en la élite. Apostando al crecimiento de esta capital como cuna futsalera, el de Santa Cruz concluyó: “Ojalá hayan muchos más como nosotros”.

 

Leé más notas de Ian Grandón Soporsky