En la madrugada del domingo, dos pescadores encontraron dentro de cazonesrestos humanos que fueron identificados como los de Diego Barría, el hombre de 32 años desaparecido el pasado 18 de febrero en Rocas Coloradas, en cercanía de Comodoro Rivadavia.

El tema generó preocupación y despertó curiosidad sobre esta especie de peces perteneciente a la familia de tiburones que habitan el Mar Argentino.

Qué son los cazones y qué tan peligrosos son

Los cazones o  Galeorhinus galeus, viven en aguas templadas cerca de la costa, a una profundidad de entre 40 y 100 m de profundidad. Desde el Golfo de California hasta las aguas de América del Sur, abarcando también toda la zona del Mediterráneo y parte de Sudáfrica hasta llegar a países como Australia o Nueva Zelanda.

Se alimenta de peces como sardinas, jureles y caballas, y también de crustáceos y animales invertebrados.

Pertenece a la familia de los tiburones, aunque es una de las especies de menor tamaño y suele medir entre un metro y metro y medio de largo.

Es fácil de identificar porque tiene la cabeza plana, el hocico relativamente alargado y ojos en forma ovalada. Otro de sus rasgos característicos tiene que ver con esos pequeños dientes triangulares, enormemente afilados, que son los que le permiten que pueda llevar una alimentación basada en animales acuáticos

Los experto indican que no suelen ser peligrosos, pero eso no significa que no se den casos en los que una persona pueda recibir una mordida. Si eso ocurre, las probabilidades de que se haya producido por un accidente son bastante altas, aunque también cabe la posibilidad de que reacciones con cierta agresividad si se ven amenazados.

El caso de Diego Barria

Según pudo saber La Opinión Austral, dos pescadores encontraron piel y carne humana dentro de uno de los tres cazones que pescaron.

Entre las viseras de uno de los mini tiburones de 1.5 metros de largo, había un pedazo de piel con un tatuaje con forma de una rosa, roja y blanca.

Ante el macabro hallazgo, dieron aviso a la policía y Prefectura Naval que realizaron las pericias correspondientes en la Morgue Judicial. El tatuaje de la rosa junto con una inscripción ilegible, permitió que los familiares lo identificaran.

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