“Hola buen día, mira yo llamaba para avisar que frente a la cancha de Catamarca, por el pasaje, hay un loco que le dicen Mauro y que anda en una Meriva gris. Este loco le vende droga a los pibes“, fue la denuncia anónima que una mujer hizo a la Dirección de Investigaciones (DDI) de Caleta Olivia hace unos años.

La exposición fue hecha en el año 2016 y, gracias a la anuencia de la Justicia Federal, la Policía de Santa Cruz comenzó con averiguaciones para poder allanar y demorar a un hombre que se dedicaba al narcomenudeo en la localidad de El Gorosito.

De acuerdo al fallo al que tuvo acceso La Opinión Austral, el acusado y ahora condenado es un hombre de apellido Grabano de 37 años, también conocido como “Mauro”, que vivía -al momento de los hechos- en el pasaje Diaguitas y había sido señalado por la denunciante anónima como el dealer que le vendía cocaína y marihuana “a los pibes” de la zona.

Según pudo saberse con las averiguaciones llevadas adelante en aquel momento, hubo una gran cantidad de personas que ingresaban a la casa de Grabano durante poco tiempo y luego se iban raudamente, tal como consta en el expediente.

Asimismo se estableció que, durante las tareas de campo, el acusado y ahora condenado se mudó a otra vivienda del barrio Miramar, pero las acciones que se registraban en el pasaje Diaguitas también se replicaron en el nuevo domicilio.

De igual manera, Grabano continuaba visitando ambas moradas. Por aquellos días, el Juzgado Federal de Caleta Olivia a cargo de Marta Yáñez dispuso allanamientos en las dos casas y arrojaron resultados positivos.

Los procedimientos fueron hechos por el personal de la Dirección de Investigaciones junto a sus pares del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) quienes se encargaron de hacer los ingresos tácticos. Dentro de las moradas encontraron drogas en todos los rincones.

Había droga dentro de un huevo Kinder que estaba escondido en la mochila de un inodoro, seis envoltorios dispersados dentro de una habitación, otro sobre una mesa de luz, otros en el comedor. Como dato, los mismos eran de cocaína y de marihuana.

Pese a que no era mucha droga en cuanto al pesaje, el hecho que estuviera fraccionada hizo que se complicara la situación procesal de Grabano y se lo había procesado por el delito de “tenencia de estupefacientes con presuntos fines de comercialización“.

El juicio se hizo la semana pasada en las instalaciones del Tribunal Oral Federal de Río Gallegos y mediante un “arreglo” entre la defensa y la Fiscalía General, Grabano aceptó la propuesta de un juicio abreviado en el que reconoció la tenencia de las drogas.

Pese a que había pruebas para determinar que el acusado además de tener estupefacientes se dedicaría a la venta de los mismos, para la Justicia no hubo elementos suficientes para el agravante y la causa quedó como “tenencia simple”.

En ese sentido, la Justicia determinó “que no se logró detectar intercambio de mensajes donde se hiciera referencia a conductas de compra venta de drogas“. Además se tuvo en cuenta la presencia de “tucas” (NdeR: resquicios de cigarrillos de marihuana) hecho que daría cuenta que Grabano consumía drogas.

Respecto a la mensuración punitiva, es decir, al monto de pena adecuado para imponer contra el acusado, el tribunal tuvo en cuenta el trabajo social que Grabano realiza en un movimiento de la localidad de Caleta Olivia, por lo que se resolvió que sea condenado a la pena de un año de prisión efectiva, pero de modalidad domiciliaria.

Aunque no pisará una cárcel, Grabano deberá fijar domicilio de manera periódica en las instalaciones de la delegación local de Prefectura Naval Argentina, pagar una multa de 20 mil pesos por los costos del proceso y continuar con sus estudios y el trabajo en el movimiento social en el que presta funciones.

El régimen de conducta impuesto al ahora condenado además explica que deberá abstenerse de cometer nuevos delitos, no abusar de estupefacientes o alcohol si no quiere perder el beneficio de la libertad. Por último, el Juzgado resolvió que toda la droga secuestrada en los procedimientos sea incinerada y destruida

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