Con una fuerte custodia, arribó ayer a Santa Cruz el femicida Matías Bosso, condenado por el asesinato de Graciela Montenegro (29), en la localidad de Pico Truncado, en 2009.

La Justicia penal santacruceña le había concedido en 2018 el beneficio de salidas laborales cuando aún no había cumplido la mitad de la pena y, en 2021, la libertad condicional, pero no podía salir del territorio provincial. Sin embargo, en enero de este año protagonizó un violento accidente de tránsito viajando hacia Rosario con una mujer –Vanesa Contreras, su pareja-, quien terminó perdiendo la vida como consecuencia del vuelco.

Así era ingresado a la Comisaría Segunda

Tras haber sido llevado al hospital por las lesiones sufridas, Bosso desapareció luego de haber recibido el alta médica. Cuando la Justicia Provincial tomó conocimiento de que había violado la orden de no viajar fuera de Santa cruz, se ordenó su captura. Pero él ya se había escapado.

No fue hasta principios de septiembre que se pudo dar con su paradero.

Fue un grupo de élite de la Policía de Santa Fe quien lo halló el lunes 12 de septiembre en Urquiza al 200 de General Lagos, una localidad situada a 22 kilómetros de Rosario. Ocurrió después de haber cruzado información con la Justicia de Santa Cruz y de haber hecho tareas de inteligencia que consistieron en hacer vigilancia cerca del domicilio para constatar que efectivamente se escondía en ese inmueble.

Tras su aprehensión, este miércoles por la tarde arribó a Caleta Olivia con una fuerte comitiva policial para su custodia, integrada por un oficial de la Policía santafecina, miembros de la División de Investigaciones y de la División Fuerzas Especiales de Santa Cruz.

Quedó alojado en un calabozo de la Comisaría Segunda, a disposición de la Cámara Primera en lo Criminal que tiene asiento en esta misma ciudad.

¿Quién es Matías Bosso?

Mario Matías Bosso es el femicida de Gabriela Montenegro (29), una joven que fue vista con vida por última vez el 6 de junio de 2009 en un cumpleaños familiar en Pico Truncado.

Tras su desaparición, toda la ciudad fue rastrillada. Pasaron días y semanas de búsqueda, pero no hubo novedades. La madre de Gabriela siempre apuntó contra él, por sus antecedentes de violencia doméstica. Cuando casi se cumplió un mes, familiares de la joven le rogaron por la aparición de la mujer. El día después encontraron el cuerpo en la laguna de los Patos.

El cadáver, que presentó 15 puñaladas, fue plantado en ese lugar. La Policía ya había trabajado allí.

Dos años después del crimen, en 2011, a Bosso lo condenaron a 18 años de cárcel. La pena no satisfizo la expectativa de la familia. Quería perpetua, un pedido en el que coincidió la Fiscalía durante el debate oral.

Años más tarde, exactamente el 22 de octubre de 2018 y sin ni siquiera haber cumplido la mitad de la pena, Bosso accedió al beneficio de “extramuros”.

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