Este 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. En este marco, la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación informó que durante estos casi dos años desde el inicio de la pandemia de COVID-19 recibió 10.919 denuncias en sus oficinas.

En esa línea, la OVD destacó que las personas que denuncian reciben una medida de protección en un plazo menor a 24 horas. Una vez ingresadas las denuncias y realizado el informe de riesgo, la OVD deriva los casos a la justicia penal y/o civil, según corresponda, o a otros organismos que dependen de los poderes ejecutivos nacional y local.

En el 78% de los casos en los que intervino la Justicia Civil, se dictaron prohibiciones de acercamiento de los agresores. En el 68% se prohibió el contacto telefónico o por vías digitales, y en el 27% se suministró un botón antipánico a las personas afectadas, entre otras medidas de protección que pueden combinarse.

A 13 años de su creación, la OVD lleva atendidos un total de 124.930 casos, con un proceso en el que intervienen profesionales de distintas disciplinas y que demanda cerca de 2 horas de entrevistas con cada afectado/a. Se trata, entonces, de un acumulado de 250.000 horas de entrevistas, equivalente a 28,5 años.

La violencia psicológica se dio en prácticamente todos esos casos (96%), mientras que la física representó el 61% y la violencia simbólica el 47%.

En cuanto al tiempo de maltrato que sufrieron las mujeres que denunciaron a sus parejas o exparejas por primera vez, las estadísticas de la OVD hablan de una media de entre 5 y 6 años. El 45%, sin embargo, lo hizo antes de los dos años de iniciado el vínculo.

Según el artículo 5° de la Ley 26.485 se entiende como violencia psicológica a las acciones que causan daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba el pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos, creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación aislamiento.

Incluye también la culpabilización, vigilancia constante, exigencia de obediencia sumisión, coerción verbal, persecución, insulto, indiferencia, abandono, celos excesivos, chantaje, ridiculización, explotación y limitación del derecho de circulación o cualquier otro medio que cause perjuicio a su salud psicológica y a la autodeterminación.

La que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.

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