Ganar o perder eran las únicas dos opciones. Hispano Americano enfrentó a Unión de Santa Fe en el quinto juego de la serie por la permanencia y perdió.

Las imprecisiones de la formación que representó a Santa Cruz fueron determinantes.

La bronca por no lograr el objetivo se notó en algunos jugadores a la hora de retirarse de la cancha.

Algunos patearon contenedores y acto seguido, quien lo escoltaba también propinó golpes a las botellas esparcidas.

No faltaron las lágrimas de otros a quienes tuvieron que consolar y el que se retiró saludando a los espectadores con los brazos en alto fue Moss, el goleador de la noche que con su forma de juego se ganó el reconocimiento de propios y extraños.

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