La seguridad energética es hoy una variable determinante de la economía global, atravesada por cambios en las reglas de juego -algunos forzados, otros estratégicos- y en las fuentes de provisión. Esta coyuntura, que surge a partir del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que motivó a los países europeos dependientes del gas ruso a buscar otros mercados posibles, abre el tablero para el resto de los productores de hidrocarburos en el mundo.

Al respecto, en el marco de AmCham Summit 2023, evento organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina, los ejecutivos de Pan American Energy y Total Energies destacaron que esta ventana de oportunidad debe ser desarrollada por el país, potenciando el aprovechamiento de todos sus recursos.

“El mundo hoy se mueve con energías fósiles y lo va a seguir haciendo por muchos años más. Nosotros prevemos un crecimiento en producción de gas del 40% a nivel mundial al año 2030, que va a seguir hasta el 2050 tomando una parte importante de la matriz energética”, señaló Javier Rielo, director general de Total Austral y director para el Cono Sur de Total Energies. “Argentina tiene un potencial de crecimiento muy importante, tiene uno de los mejores recursos energéticos a nivel mundial que conocemos: tiene petróleo, tiene gas, tiene potencial solar y eólico de clase mundial, también con el hidrógeno. Pero sobre todas las fuentes, tiene gas”.

Tenemos que buscar cómo desarrollar el potencial, teniendo en cuenta que no tenemos mucho tiempo para hacerlo. La transición no sabemos cuánto va a durar, es un período de tiempo por definición, todos tenemos visiones, pero no certezas de lo que va a pasar”.

En paralelo, Rodolfo Freyre, vicepresidente de Gas y Nuevos Negocios de Pan American Energy (PAE), expuso que “es clave concentrarnos en tener una energía que sea sustentable en el tiempo y también en proveer de energía que sea accesible a los habitantes para el desarrollo de las economías”. Consideró que “el gas es el puente que se tiene que generar en todo este período de transición energética. El gas tiene un rol importantísimo para los próximos 30 años y un poco más también”.

Destacó que “tenemos más de 300 TCF de recursos en Vaca Muerta y cuando se proyecta el consumo del país para los próximos 20 años, incluyendo la exportación y un proyecto de GNL, vemos que tenemos más de 120 años para poder cubrir esa demanda con el recurso del yacimiento”.

Pero no es sólo Vaca Muerta, tenemos los desarrollos offshore y los desarrollos en la Cuenca San Jorge. Asimismo, hemos logrado exportar en la región, recientemente se pusieron en práctica los permisos de exportación en firme para el invierno y eso no ocurría hace varios años. Estamos dando los pasos para integrarnos regionalmente”, agregó el directivo.

Javier Rielo expone su mirada y a su lado lo escucha Rodolfo Freyre.

Pero la infraestructura es “un aspecto crucial”. “Con los 11 millones de metros cúbicos día de la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner se va a generar un ahorro en divisas entre USD 300 y 400 millones. La infraestructura nos va a posibilitar el desarrollo de Vaca Muerta y de la exportación, revertir los gasoductos para eventualmente poder llegar a Brasil a través de Bolivia. Tenemos que tratar de seguir expandiendo la frontera de exportación”, aseveró Freyre.

En cuanto al GNL, Freyre afirmó: “Si el Gobierno y la industria trabajan juntos, el desarrollo del GNL es posible. Es difícil, son inversiones millonarias, pero la industria invierte USD 8.000 millones por año, de hecho, el año pasado ha invertido eso en el upstream y en infraestructura, lo vimos. Obviamente tiene que haber reglas claras, señales de largo plazo y estabilidad, pero creo que es factible soñar con un proyecto de ese tipo para poder realmente poner en valor al gas argentino”, concretó Freyre.
PAE produce petróleo y gas en la Cuenca del Golfo San Jorge (Chubut y Santa Cruz). Allí opera otras cuatro áreas: Anticlinal Funes, en Chubut, Koluel Kayke, Piedra Clavada y Meseta Ceron Chico en Santa Cruz. Además en la cuenca Marina Austral son socios del mayor bloque offshore de Argentina, ubicado frente a Tierra del Fuego.

Leé más notas de Sabrina Pont