La crisis sobrevoló todo el fin de semana. Dos días especialmente el domingo-, en los que sonaron y se propusieron nombres, cambios profundos, un relanzamiento del gobierno, la aparición de un “superministro”, negociaciones contrarreloj y operaciones mediáticas. Horas de tensión. Un país en vilo. Un gobierno definiendo su futuro.

Y ya entrada la noche, cuando la crisis amenazaba con continuar y se preparaba un feriado bancario para este lunes, ocurrió el hecho político más significativo de la jornada.
Hablaron.
Alberto Fernández y Cristina Kirchner hablaron.
Presidente y Vice terminaron con una etapa en la que se habían dinamitado todos los puentes, no se dirigían la palabra y se criticaban abiertamente en actos públicos.
Se levantaron los teléfonos y hubo diálogo. Y consenso.

Todos los actores que durante el fin de semana pasaron por la Quinta de Olivos, dialogaban, proponían y planteaban escenarios, coincidían en que solo habría futuro para el nuevo titular de Economía si existía un consenso y un acuerdo entre Alberto y Cristina.
Después de meses de silencio conversaron y, en un momento límite, le dieron el espaldarazo al nombramiento de Silvina Batakis. Todos apuestan a que el diálogo continúe y habría en las próximas horas un encuentro en persona. Sería un gran error no seguir este camino.

Batakis asumió en la tarde de este lunes con gran presencia en la Casa Rosada. Sus primeras declaraciones fueron “creo en el equilibrio fiscal”, que su gestión tendrá un sesgo federal y que seguirá el programa económico del presidente. Y señaló tres objetivos: incrementar las exportaciones, revalorizar la moneda nacional y generar más puestos de trabajo.

En un día especial en el cual, si bien hubo poquísimas operaciones cambiarias, el dólar paralelo cerró a 260 pesos llegó a 280-, Batakis quiso mostrar serenidad y que su llegada fue por consenso: agradeció a Alberto y a Cristina.
También le agradeció a Daniel Scioli, de quien fuera titular de Economía cuando el hoy ministro de Desarrollo Productivo era gobernador bonaerense. Muchos ven a Scioli como otros de los dirigentes que adquieren mayor importancia con este consenso.

No ocurrió lo mismo con Sergio Massa. Algo muy singular pasó este domingo con el tigrense, quien ayer estuvo en primera fila en la asunción de Batakis, pero que se fue sin hacer declaraciones de la Casa Rosada.
La llamada de Alberto a Cristina y el nombramiento de Batakis sepultaron las versiones que durante todo el domingo sonaron muy fuerte y que ponían al titular de Diputados como seguro nuevo Jefe de Gabinete y a cargo de la gestión económica.

Finalmente, desde su entorno señalaron: “Alberto le ofreció la jefatura de Gabinete y el Ministerio de Economía, pero sin una reconfiguración general del Gobierno y del Frente de todos, Sergio no iba a agarrar. Por eso sigue en Diputados”.
Pese a que casi todo el domingo estuvo reunido con el Presidente en la Quinta de Olivos, en la noche se supo que Massa no iba a tener una nueva función en el gobierno. Cómo evolucionará la relación es una verdadera incógnita.

Por el momento, no habrá más cambios en el Gabinete. Eso lo dejó en claro el tucumano Manzur, cuyo puesto todos daban el domingo por perdido.
Batakis tiene un duro camino por delante. Durísimo. El margen que tiene para gestionar es muy estrecho y debe responder al acuerdo con el Fondo Monetario.
El consenso con el cual llegó al ministerio es muy importante. Pero esto recién empieza.

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