El salario registrado creció en abril 5,9% y acumula una suba en los primeros cuatro meses del año del 23%. Sin embargo, al descontarle la variación general de precios, el resultado arroja que los haberes de los trabajadores y trabajadoras formales cae, en términos reales, el 0.1 punto porcentual.

Es decir, los salarios corren por detrás de la inflación y pierden, aún en los sectores asalariados mejor ubicados dentro de la pirámide. La situación se modificará cuando empiecen a impactar, al menos desde lo estadístico, las nuevas paritarias que se abrieron como política de control de daños frente a la pérdida persistente del poder adquisitivo.

El Ministerio de Trabajo, que conduce Claudio Moroni, publicó los datos de abril de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), que muestra la variación de los ingresos que perciben los empleados que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos trece meses. Este haber promedio se ubicó en abril en los 128.406 pesos, mientras que en marzo había sido de 121.220 pesos.

El shock de paritarias que se dio junto a la suba del salario mínimo vital y móvil quizás ofrezca una película de recuperación del poder adquisitivo o de empate contra la inflación recién al cierre del año. Pero en el mientras tanto, es decir en el período en que transcurre hasta que se actualizan los haberes, el conjunto de trabajadores pierde ingresos. Así lo habían calculado Guillermo Oglietti, Mariana Dondo y Alfredo Serrano en un trabajo que publicó Celag.org.

Entre los sectores en recuperación, Minería creció por decimoquinto mes consecutivo

“En los últimos 6 meses (de noviembre de 2021 a abril de 2022) se acumuló una pérdida de 21 mil pesos adicionales a valor actual, más de medio salario mínimo. Así, desde que comenzó el Gobierno hasta abril, los trabajadores acumulan una pérdida de ingresos equivalente a 3 salarios mínimos”, escribieron en un informe difundido a mediados de mayo.

En 2021, el salario promedio de los trabajadores estables pasó de 68.100 pesos a 102.589, una suba del 50,6%, cuando la inflación anual fue del 50,9%. Es decir, una pérdida del poder adquisitivo para este segmento de trabajadores de 0.3 puntos porcentuales.

Pero existe otro universo de trabajadores que la pasa peor, en términos sociales, que son aquellos que no llegan a cobrar el valor equivalente a una Canasta Básica Total. Según un informe de coyuntura del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), más de la mitad de los trabajadores registrados no llegan a cobrar una Canasta Básica Total, que en abril se ubicó en los $95.260.

Durante la primera parte del gobierno de Macri, la mitad de los trabajadores registrados estaba por arriba de la CBT, y desde ahí comenzó la persistente pérdida del poder adquisitivo con un pico durante la pandemia, situación que no logró revertirse. En 2018, un salario cubría más de una canasta básica (1,13), mientras que durante lo peor de la pandemia descendió al 85% de cobertura. Para enero de este año, la cobertura era del 95% pero en abril cerró en el 91%.

La nueva pérdida del poder adquisitivo registrada entre enero y abril se explica por los aumentos en las tarifas de los servicios públicos. Con este dato queda en evidencia el carácter redistributivo de los subsidios a la energía, que deberían entenderse como salario diferido.

Recuperar lo que falta

Los datos relevados por el Ministerio de Trabajo muestran que en el mes de marzo se generaron 20.796 puestos de trabajo registrados en el sector privado, lo cual implica un 0,3% de crecimiento con respecto al mes previo. Desde julio de 2020, hasta el tercer mes del año, se recuperaron en total 268.000 puestos de trabajo.

Sin embargo, incluso habiendo recuperado la totalidad de puestos vigentes a comienzos de 2020, el nivel alcanzado resulta estructuralmente bajo dado que, previo al inicio de la pandemia, el empleo privado ya se encontraba en una situación crítica por la crisis del Gobierno de Cambiemos.

“Con este dato, si bien se recuperó lo perdido en la pandemia aún faltarían recuperar 193.000 puestos para alcanzar los niveles de empleo previos a la crisis del gobierno de Cambiemos”, puede leerse en un trabajo reciente del CEPA.

La recuperación registrada por la cartera laboral hasta marzo de este año estuvo impulsada por Construcción (+4 mil), Comercio (+4 mil), Enseñanza (+3,7 mil) e Industria (+3,3 mil). Entre los sectores en recuperación, Minería creció por decimoquinto mes consecutivo.

Este rubro junto con Enseñanza, en términos generales, ya se encuentran a menos del 1,5% de los niveles pre-pandémicos, lo que significa que, de continuar por esta senda, prontamente habrán recuperado todo el efecto negativo del Covid.

En la mirada regional, el 75 por ciento de las provincias ya registra más empleo privado que en febrero 2020 (18 de las 24 jurisdicciones), pero la heterogeneidad provincial continúa presente: el NEA y el Centro conducen la recuperación del empleo, mientras que CABA, Cuyo y el NOA son las regiones que más dificultades presentan para recuperar los niveles de empleo de febrero 2020.

Política de ingresos

En mayo hubo una aceleración en el ritmo de crecimiento del gasto público al 75%, luego de marcar una suba del 66% en abril. Esta mayor erogación se explica por la necesidad del Estado Nacional de reforzar las políticas de ingresos frente a la crisis social y una inflación que bordea los 60 puntos, sumado a las recomposiciones salariales de los trabajadores y trabajadoras estatales.

Estos datos se desprenden de un análisis realizado por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).
El Ministerio de Economía tiene pendiente la ampliación de las partidas presupuestarias de este año en función del flujo de gastos registrados por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania pero “respetando la meta de reducción del déficit pautada con el FMI”, según adelantaron desde la cartera que conduce Martín Guzmán. Las metas podrán modificarse de manera trimestral, pero al cierre del año deberán cerrar las cuentas.

Desde julio de 2020, hasta el tercer mes del año, se recuperaron 268.000 puestos de trabajo

En el acumulado del año, el gasto público creció 76%, explicado tanto por la suba de los subsidios energéticos como por la función “servicios sociales”. Dentro de este último rubro, el programa Tarjeta Alimentar registró, al cierre de abril, una ejecución presupuestaria superior en un 100% en relación a lo erogado durante el mismo período de 2021.

Tanto la política de ingresos como los subsidios energéticos, que en 5 meses registraron una suba del 166%, ponen en tensión la totalidad de recursos para este ejercicio fiscal pero también su manera de financiarlos. Hasta ahora, el Presupuesto prorrogado sólo se amplió en $81.546 millones, es decir 0,76% respecto del año pasado.

El Ministerio de Economía debía haber ampliado las planillas de recursos y gastos para abril, pero los números macro se trastocaron tras el inicio del conflicto bélico y la persistente inflación. La potencial recaudación de 1.000 millones de dólares por el proyecto de renta inesperada recién ingresaría al fisco en mayo de 2023.

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