Por Florencia Golender

“Deseo que el pueblo argentino no permita que vuelva la ultra derecha”, se permitió compartir el flamante presidente de Brasil, Luiz Ignacio Lula da Silva, en el Salón Blanco de Casa Rosada tras la bilateral que compartió con el mandatario nacional, Alberto Fernández. “No sé si va a ser candidato o no”, agregó sobre si su par buscará la reelección pero dejó en claro su postura para el año electoral argentino.

Es la segunda vez que ambos mandatarios se ven este mes y a lo largo de una extensa agenda oficial se mostraron “muy alegres, Lula fue muy expresivo con Alberto”, según contaron a cronica.com.ar fuentes que acompañaron el itinerario. Formalmente, se firmaron acuerdos de cooperación sobre los cuales ambas administraciones confían que será la base del relanzamiento de la “alianza estratégica” entre los que se destaca la posibilidad de abordar el uso de una “moneda común” para intercambio comercial.

“Tuvimos una maravillosa reunión”, contó Fernández sobre el encuentro bilateral con el arrancaron la agenda en Casa de Gobierno. “Argentina y Brasil cumplen 200 años de relaciones diplomáticas. Nos siguen vinculando los mismos problemas. Por Brasil pasó (Jair) Bolsonaro y por Argentina, (Mauricio) Macri”, apuntó el presidente argentino en sintonía con el comentario electoral de su par brasileño.

En esa primera reunión participaron también el canciller, Santiago Cafiero, el ministro de Economía, Sergio Massa, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli y la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont, además de los funcionarios brasileños que acompañan a Da Silva. El itinerario indicaba que primero compartirían un mano a mano Alberto y Lula, pero ese intercambio se dio recién cerca de las 17 horas. “Pidieron quedarse solos, sin funcionarios ni primeras damas, y conversaron un rato”, le comentaron a este medio fuentes del entorno presidencial.

Entre la bilateral ampliada y su encuentro a solas, los mandatarios ofrecieron una declaración conjunta en el Salón Blanco y respondieron preguntas a la prensa acreditada. Ante la consulta de la agencia Noticias Argentinas sobre cómo ve Lula el panorama electoral en la Argentina, siendo que él atravesó ese contexto en 2022, sostuvo: “Cuando Alberto ganó (en 2019) me puse muy contento. No sé si será candidato en 2023 o si habrá otros, lo único que deseo es que el pueblo argentino en su inteligencia no permita que vuelva la extrema derecha, no permita un desastre”.

Además, en referencia a Bolsonaro, Lula pidió “disculpas al pueblo argentino por todas las groserías que el último presidente de Brasil, que yo trato de genocida por todas las faltas de cuidado y responsabilidad durante la pandemia, por todas las ofensas que le dijo al compañero Fernández”. “Brasil está otra vez de brazos abiertos para los compañeros argentinos”, aseguró.

En esa conferencia, Fernández repasó los puntos más importantes de lo que significa la anunciada “alianza estratégica” entre Argentina y Brasil: “Hemos hablado de potenciar el Mercosur, de volver a poner en marcha Unasur. También de organizar el entramado energético. Hemos hablado de la posibilidad de que la producción de Vaca Muerta llegue a Brasil”.

El foco de ambos gabinetes también está puesto en el fomento del intercambio comercial. El ministro Massa explicó más tarde en Casa Rosada que “hubo un 40% de caída de la relación comercial entre Argentina y Brasil en los últimos 10 años principalmente por falta de sostenimiento de la integración como política de Estado. Estamos trabajando para revertir esta situación”, aseguró.

Respecto a la “moneda común” sobre la que Fernández y Da Silva prometieron un abordaje técnico, Massa puntualizó: “Está en evaluación una moneda común entre ambos países y con la invitación a otros países de la región para facilitar el comercio, que tenga el reflejo del producto bruto de cada una de los países. No significa resignar valor de la moneda propia. No es una moneda única sino un instrumento común denominador comercial que refleje el producto bruto de la región y que permita evitar la necesidad de usar dólares”.

Finalizadas las declaraciones, los mandatarios compartieron junto a sus funcionarios un almuerzo. Se sirvió cordero desmechado con ensalada y un postre de alfajor con mousse. Alberto y Lula hicieron un afectivo brindis. Luego, abrieron un encuentro empresarial en el Museo del Bicentenario y, más tarde, encabezaron una actividad con representantes de diferentes organizaciones de derechos humanos. Por la noche, presenciaron el Concierto de la Hermandad Argentino Brasileña, en el Centro Cultural Kirchner (CCK).

Volverán a verse mañana en la Cumbre de jefes de Estado de la CELAC que se realizará en un hotel del bajo porteño. El gobierno argentino espera para el encuentro regional “asistencia perfecta” ya que confirmaron que participarán representantes de los 33 países miembros, entre ellos, al menos 14 presidentes. Alberto y Lula ya arreglaron una nueva cita para junio. El presidente argentino fue invitado a realizar una visita de estado a Brasil en el mes en que se celebran los 200 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.

A los campeones

No faltó un comentario de Lula Da Silva ante la prensa sobre que Argentina haya ganado su tercer campeonato de fútbol. El capitán de la Selección argentina, Lionel Messi, “no podía terminar su carrera sin ser campeón del mundo”, sostuvo y contó que en el Mundial de Qatar 2022 fue la primera vez que hinchó por la Argentina, aunque advirtió que “ahora le toca” a Brasil, al referirse al próximo campeonato del mundo de la FIFA.

“Argentina terminó el 2022 en una situación privilegiada, no sólo política y económica, sino también en el fútbol, por primera vez hinché para que Argentina ganara el Mundial y sea campeona del mundo”, confió entre sonrisas el jefe de Estado brasileño.

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